¡Pasajeros aéreos, cuidado! ¡La era de las bolsas vacías se acerca!

Como consecuencia del intento terrorista del año pasado de volar un avión de Etihad Airways, la Administración de Seguridad en el Transporte de los Estados Unidos (TSA) introdujo un nuevo elemento en la lista de elementos restringidos a bordo de una aeronave: los polvos. La lista ya limita los tamaños y las cantidades de diversos artículos de uso cotidiano, como aerosoles, líquidos y geles, y sigue creciendo.

A partir del 30 de junio, a los pasajeros aéreos se les permitirá llevar a bordo como máximo 340 gramos de polvos (como cosméticos, especias, mezclas de bebidas, etc.) sin problemas, mientras que cantidades superiores deberán someterse a un control de seguridad adicional.

Pero, ¿realmente esto aumentará la seguridad? ¿O más bien ocultará sus debilidades?

Mientras que la TSA intenta simplificar la tarea de detección de los detectores de rayos X, reduciendo la complejidad de las bolsas de viaje, el problema principal – que es la falta de capacidad de reconocimiento de las amenazas entre el personal de seguridad debido a la formación ineficiente y anticuada – sigue sin resolverse.

Los expertos de “Renful Premier Technologies” creen que en lugar de aplicar más restricciones a los viajeros, los aeropuertos y los proveedores de seguridad deberían revisar y actualizar sus metodologías de formación para que la industria pueda ir un paso por delante de las amenazas de la aviación moderna sin molestar a los viajeros.